"Una empresa de energía renovable planta cara a las multinacionales
eléctricas españolas y pide "desobediencia energética" para tratar de
'desmontar' el negocio de estas trasnacionales y "mantener la ética en
nuestro consumo energético" señala Cote Romero miembro de la empresa
Ecooo que impulsa esta acción colectiva.
"La desobediencia
energética es una campaña de confrontación positiva" contra las
multinacionales energéticas, porque "no hay protesta sin propuesta”,
afirma Romero, que aboga por el uso de las renovables y añade que “en
realidad, son cinco o seis decisiones las que debemos tomar para
transformar nuestra realidad de múltiples colapsos".
Por eso apunta que "cada
vez que un panel solar inyecta electricidad en el sistema, significa de
facto que expulsamos electricidad producida de manera sucia por las
grandes compañías”.
Ecoo, que se declara una empresa de no
lucro, ofrece participar y fomentar el uso de la energía solar siendo
copropietario de una instalación solar fotovoltaica. "A través de una
participación de 100 euros desobedeces al oligopolio y a la política
energética del Gobierno, apoyas las energías renovables responsables,
luchas contra el cambio climático y te transformas en un agente de
cambio y solución", señalan en su página web.
Cote
Romero subraya: "Queremos crear un modelo basado en renovables, en el
ahorro y la eficiencia energética, y, sobre todo, en la soberanía
energética, que aleje el derecho ciudadano a la energía de la salvaje
dinámica de los mercados especulativos", segura. Y añade que los
ciudadanos y ciudadanas “tenemos el derecho y la obligación de
reivindicar el nuestro papel de personas responsables capaces de
producir y consumir nuestra energía desde la responsabilidad de habitar
en un planeta de recursos limitados.
Se trata de romper la inercia de consumir energía que contamina, genera cambio climático y desigualdades”.
Ecooo
cuenta con ocho años de trayectoria dedicada a la soberanía energética a
través de la creación de instalaciones solares fotovoltaicas sobre
tejados. “Ya son 65 las instalaciones que están participadas directamente por cientos de comuneros,
que han invertido su dinero de manera ética, apoyando un modelo
energético descentralizado y sostenible”, explica su creador Mario
Sánchez-Herrero.
“Somos una empresa de no lucro porque todo los
beneficios se emplean campañas de concienciación por un cambio de
modelo; porque rompemos y combatimos la dinámica de competitividad, de
hecho somos un nodo de la red, creemos en la política de alianzas,
formamos parte de organizaciones de referencia, como las del Mercado
Social y todas nuestras decisiones las tomamos las decisiones de manera
asamblearia”, señala Sánchez-Herrero." (Diagonal, Rebelión, 24/03/2013)
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