Un hombre prestó su voz para que el grupo de investigación en Tecnología Musical la sintetizara y probara con Vocaloid. "El software permite trabajar con la voz como si se tratara de otro instrumento musical", explica Jordi Bonada, principal investigador de Vocaloid.
"Antes de que se comercializara el programa, los creadores de música podían trabajar con instrumentos sintetizados como la guitarra eléctrica, la batería... Pero les faltaba algo muy importante, la voz".
Yamaha financia al equipo de ingenieros catalanes que lleva a cabo el desarrollo de esta tecnología. "La firma japonesa se puso en contacto con la universidad porque Xavier Serra, director del grupo de Tecnología Musical, ya había trabajado en un laboratorio de investigación de la empresa en Estados Unidos", añade Bonada.
"En 1997 empezamos a trabajar conjuntamente para desarrollar sistemas de impersonización de voz para karaokes. De ahí salió la idea de sintetizar la voz. En 2003 salió a la venta la primera versión de Vocaloid; en 2007, la segunda; y en septiembre saldrá la tercera, que, aparte de mejoras técnicas y de usabilidad, incluirá voces en español".
En Japón, Vocaloid es una revolución. Existen personajes ficticios que atraen a miles de personas para verles cantar en directo, a modo de concierto. Por ejemplo Hatsune Miku, un ídolo pop que no es de carne y hueso, sino un holograma en 3D que canta en los escenarios gracias a personas que crean piezas con Vocaloid.
"Allí, una comunidad inmensa de personas hacen canciones con el programa. Por eso han nacido estas nuevas estrellas. En Japón, Miku y su voz es casi tan popular como Lady Gaga lo es aquí", dice Bonada.
En el país asiático, añade, "ha cambiado radicalmente el panorama musical. Muchos músicos amateurs han encontrado una oportunidad con Vocaloid y estos personajes, hasta el punto de que algunas piezas creadas con la aplicación han sido número uno en ventas".
El cliente de Vocaloid, por ahora, puede trabajar solo con voces previamente sintetizadas. "Conseguir el ADN de una voz es un proceso largo y costoso. Hay terceras empresas que se encargan de la tarea, y luego las comercializan.
Hasta el momento, el proceso en Vocaloid se hacía mediante la compra de una voz en concreto, que costaba unos 100 euros, y que incluía el CD con el programa. Con la tercera versión, el modelo para Yamaha cambia, y se vende el software y las voces por separado, reduciendo el precio de las voces".
El equipo presentó en directo la tercera versión de Vocaloid en SonarPro, "para mostrar su potencialidad a los profesionales de la música", según Ricard Robles, director del festival." (El País, Ciberpaís, 25/06/2011, p. 52)
No hay comentarios:
Publicar un comentario