"Si lo puedes imaginar, lo puedes imprimir en tres dimensiones. Sonará
exagerado. Pero unas horas de marujeo aleatorio por el portal de
modelos tridimensionales Thingiverse retratan al ser humano como un
animal capaz de diseñar e imprimir lo inconcebible. De hecho, el nombre
de la plataforma podría traducirse como Chismeverso: un universo de chismes que además está en constante crecimiento.
No en vano, la Thingiverse es ya la mayor comunidad online de
impresión 3D y ronda el millón y medio de modelo de todo tipo de
objetos. Hemos hecho una selección de los más bizarros, y de algunos
medianamente útiles, porque la impresión 3D es algo más que un buda
velocirraptor.
- Como lo lees: mitad buda, mitad velocirraptor
¿Necesitas un pisapapeles que despierte dudas razonables sobre tu cordura? No busques más. Descarga este modelo tridimensional y hazlo real como el plástico con tu todopoderosa impresora. Las curvas opulentas de Siddharta Gautama y la dentadura pirañesca del reptil más mono de Jurassic World en la misma pieza.
- El trono de hierro, de plástico
Si prefieres sujetar tus papeles con un símbolo de poder,
puedes tirar de la silla más famosa de Juego de Tronos. Puede que las
mil espadas de tus enemigos derrotados queden un poco
infrarrepresentadas, a la escala de un palillo y forjadas en plástico,
pero lo importante es que tú te creas la reina de los siete reinos. O el
rey. O el primer ministro. O el panadero. Si vas a tu ritmo, aquí no
hay spoilers.
Un dispensador de cinta adhesiva (porque no todo van a ser mamarrachadas)
Lo prometido es deuda. Este objeto
derrocha utilidad por todos sus costados. ¿Que te lo puedes comprar por
3 euros en la papelería más cercana? Pues sí. Pero qué pasa si son las
12 de la noche del 5 de enero y estás tú ahí, rodeada de papel, con tu
rollito de cinta Y SIN DISPENSADOR. O sin tijeras. Una pequeño paso para
tu impresora, un gran paso para el día de Reyes.
- El ajedrez de Pokemon
Completito. Con todas sus fichas
listas para la batalla. ¿Inconvenientes? Todas las fichas son un
Pokemon distinto, de las primeras ediciones, eso sú. Hay dos torres, dos
caballos, ocho peones... Cada uno de su madre y de su padre. La clave
-porque está todo pensado- son las bases de las fichas, que tienen
diferentes formas.
- Una ballesta, para los días malos
¿Alguna vez has pensado que serías mejor con una ballesta? Si crees
este es el complemento que te falta para enfrentarte a la vida, estás de
enhorabuena. Lo malo o -según tus intenciones- lo bueno, es que como
arma, deja bastante que desear: es enana y su mecanismo es poco potente.
Pero no está exenta de riesgo. El propio diseñador incluye algunas
recomendaciones de seguridad: "Tus ojos son valiosos, utiliza gafas de
protección".
- Una armadura para tu gato
Si vas a ir por la vida con una ballesta (diminuta), hazle este favor
al minino que vive contigo. Y al mundo, que también se merece ver a tu
gato derrochando poderío en el interior de esta coraza de plástico.
Siete vidas se le van a quedar cortas para amortizar tan épica prenda.
Un pulpo un poco malcriado
No predice resultados de partidos de fútbol, pero sí te falta al
respeto con sus cinco de sus ocho tentáculos coronados por cortes de
mangas. Si el buda velocirraptor y el trono de plástico no te parecían
suficientemente insultantes, es probable que este sea el pisapapeles de tus sueños.
- Una oveja de papel higiénico
Si has descubierto las ventajas asociadas al lujo de tener más de un rollo de papel higiénico a mano en tu baño, este modelo
tridimensional es el siguiente nivel. Además de útil, es entrañable. Y
si no te convence su adorable carita ovina, siempre te queda la ilusión
de estar limpiándote los orificios con lana.
- Unas gafas que parpadean
Son el complemento
ideal para una convención de cómics. Y para nada más. No verás mejor,
tampoco estarás más guapo, ni siquiera resultan especialmente prácticas,
pero son tu única oportunidad de parpadear como lo haría un robot.
- Una aspiradora
Tan loca como útil, esta posibilidad va un poco más allá del trabajo
de impresión. Las tareas de montaje superan en complejidad a la media de
los muebles de Ikea, pero pocos ciudadanos del mundo pueden sacar su aspiradora del altillo y afirmar con orgullo: "La he hecho yo".
- Un gofre
Más insultante que el budarráptor, el trono y el pulpo faltón
combinados, este modelo es ideal para suscitar arrebatos ira y confusión
a tu alrededor. ¿Para qué necesita nadie un gofre de plástico? ¿Para sacar negativos del dulce original? ¿Para qué jugar a ser Dios, si tu divino plan es imprimir bollería no comestible?" (M. H., Retina, El País, 01/06/19)
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