3/4/19

La Virgen del Acueducto de Segovia será sustituida por una copia impresa en 3D





"El Ayuntamiento de Segovia ha procedido a la retirada de la escultura de la Virgen existente en la hornacina del Acueducto para su posterior sustitución por una réplica impresa en 3D.

Una vez retirada la imagen se han realizado los estudios de investigación histórica y arqueológica de la hornacina, así como su documentación. Los nuevos anclajes para colocar la réplica, en dos meses, se realizarán con los mismos criterios que han guiado toda la operación: no alterar la piedra del monumento.

Estos días, desde que se bajó la talla, se han realizado diferentes trabajos de investigación histórica y arqueológica, para dejar constancia documental de cómo estaba asentada la escultura sobre la hornacina y de la geometría del espacio, habiéndose realizado también una toma de muestras del mortero de asentamiento para poder tipificar el material sobre el que estaba la escultura y su datación, trabajos que se realizan en colaboración con el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León.

Mientras tanto la imagen original se encuentra en el taller del restaurador Graziano Panzieri de la empresa RestauroGrama Hispania, S.A., que es el director de todos los trabajos y es el encargado de la consolidación de la escultura, así como de la realización de la réplica.

Una vez finalizados esos trabajos, la talla original, ya restaurada, quedará expuesta en la Real Casa de Moneda.

 Los siguientes pasos, además de los trabajos de conservación y restauración de la escultura, son la realización por impresión 3D del modelo que servirá para realizar el molde de la réplica y el vaciado de la reproducción. La réplica definitiva se anclará adecuadamente al nicho para evitar el riesgo de caída. Está previsto que la imagen vuelva a lo alto de la hornacina del Acueducto en unos dos meses. 

El arqueólogo segoviano Néstor Marqués trabaja estos días en la operación para sustituir la imagen de la Virgen del Acueducto por una réplica, y ha concedido las siguientes declaraciones a El Norte de Castilla:

–¿Cuál fue su primera impresión cuando subió al andamio y vio la imagen a escasos centímetros?
–Es una impresión grande, como segoviano y como arqueólogo especialista en el mundo romano y divulgador. Son muchas emociones juntas. Es algo único que no cambiaría por nada y que he tenido la suerte de poder vivir. Estar tan cerca de la Virgen y verla a tamaño real, con su 1,70 de altura, impresiona.

–¿Qué es lo que más le sorprendió?

–Que la talla conserve la policromía original después de 499 años a la intemperie; que conserve parte de esas hojas de pan de oro que se quitan con un soplo; que tenga todavía un revoco romano por detrás gracias a que la imagen ha estado aguantándolo contra su espalda. También gusta estar en un lugar al que hace 500 años alguien se subió, colocó unos andamios, una grúa seguramente tirada por unos bueyes, y subió la Virgen. La perspectiva es espectacular. También me pregunté cómo habría sido la construcción del propio Acueducto en el siglo II. ¡La cantidad de andamios que tuvieron que construir! Fue toda una obra de ingeniería monumental.

–¿Del Acueducto le ha llamado algo la atención?

–En el sotabanco todavía se conservan las marcas donde se encastraron las grapas para las letras de bronce dorado que en su momento tenían una inscripción conmemorativa que desvelaba quién había construido el Acueducto. Hay muchas hipotesis y se han planteado muchas cosas, pero es muy dificil saber exactamente qué decía. Impresiona estar cerca porque se ven muy claros los agujeros. Algunos todavía conservan el plomo. Cuando subieron la Virgen, según cuenta Diego de Colmenares, aprovecharon para retirar las últimas letras que todavía estaban ahí arriba. Al romperlas, dejaron esos fragmentos de plomo que, como arqueólogo y romanista, valoro mucho.

–¿Ha realizado algún trabajo sobre la imagen de la Virgen?

–Antes de comenzar a moverla y a tocarla, lo primero que debe hacerse es documentar lo que hay. Estamos moviendo algo que lleva ahí casi 500 años. Y lo hacemos con la fotogrametría, tecnología que nos permite tener un modelo 3D geométrico muy preciso, con una precisión submilimétrica, a través de una serie de fotografías que se toman desde distintos ángulos alrededor de la imagen. Lo que yo he hecho es documentar cómo estaba antes de cualquier intervención, de que nadie tocara nada. Ahora, una vez bajada la pieza, empieza el trabajo de restauración y de virtualización, porque cuando está en la hornacina no podemos fotografiar la parte de atrás. Este proceso que vamos a realizar ahora es el que nos va a permitir construir la réplica. A partir del modelo 3D, haremos la imagen a tamaño real. Luego, con la impresión 3D, vamos a crear fragmentos que uniremos en una sola pieza, de la que sacaremos un molde de silicona que llevará un armazón de fibra de vidrio por encima para protegerlo. Todo este proceso y esta tecnología nos evita tener que hacer un molde a la pieza original. Es caliza y está muy agrietada en ciertas zonas, por lo que si hiciéramos un molde a la pieza original quedarían fragmentos en el molde, la romperíamos. Por eso, este modelo de impresión 3D va a ser exactamente igual al original, geometricamente perfecto, sobre el que vamos a hacer el molde. A partir de ahí, Restaurograma realizará la réplica final de resina, que es la que se colocará en el Acueducto.

–Además de la talla se han documentado las dos hornacinas...

–Aprovechando que el andamio pasa por los dos lados del Acueducto, hemos realizado la virtualización de la hornacina vacía, donde estaba la imagen de San Sebastián. Ahora que no está la Virgen, subiré para documentar la hornacina antes de que se coloque la réplica.

–¿Es novedoso el proceso para la construcción de la réplica?

–Cuando hablamos de este tipo de tecnologías, cada año que pasa es un mundo. Se trata de una tecnología que se ha consolidado. Yo la estoy utilizando en varios museos de España y de Europa para crear réplicas, sobre todo orientadas a la accesibilidad de personas ciegas que no pueden ver el patrimonio y que por lo menos lo puedan tocar con las manos. Este modelo de impresión en 3D ya está madura, igual que la fotogrametría. Consigue una calidad muy alta porque está muy desarrollada y nos lo permite. Es cierto que se trata de la pieza más grande que he imprimido nunca. Hasta ahora, la más grande era de 1,50. Será el reto más grande al que me he enfrentado en impresión 3D.

–¿Cuáles van a ser las partes?

–La idea es cortar el modelo virtual, una malla de varios millones de polígonos, en distintos fragmentos. Esos fragmentos son los que se van a ir imprimiendo en una 'granja' de impresoras 3D. Con ellos crearemos la réplica final, y de ahí saldrá el molde de silicona. Cuando lo tengamos, se lo entregaremos a la empresa Restauragrama, para que hagan la réplica de resina.

–¿Cuántos fragmentos son?

–Serán unos 50 o 60. Forman el cuerpo completo de la Virgen.

–¿El resultado es idéntico?

–Es geográficamente perfecto. Muy preciso. Estamos trabajando con una precisión por debajo del milímetro. Al final, lo que imprimimos es un robot que va expulsando un plástico en la posición que le hemos indicado. Por eso sabemos que es totalmente exacto. Si pusiéramos la réplica al lado de la original, la veríamos geometricamente igual. El problema de esta pieza es que no la podemos subir al Acueducto porque las condiciones meteorológicas puedan hacerla desaparecer en un par de años. Por eso hay que trabajar con unos materiales muy resistentes que son los que va a utilizar la empresa Restaurograma para la réplica final.

–¿Y los restos de policromía encontrados?

–En la réplica de impresión 3D no. Es solo geometría para crear el molde. Se imprime en un solo color o material. Pero yo entiendo que la réplica final de resina sí tendrá las mismas características físicas que la original."                 (Imprimalia, 28/03/19)

No hay comentarios: