"Las investigaciones de Jorge Lopes, investigador brasileño experto en
diseño e impresión 3D, podrán contribuir a recuperar una parte, aunque
sea pequeña, del contenido del Museo Nacional de Río de Janeiro, que
recientemente quedó prácticamente destruido como consecuencia de un
pavoroso incendio.
Desde hace más de 15 años, este profesor del Instituto Nacional de
Tecnología (INT) y la Pontificia Universidad Católica (PUC) trabaja
junto a un grupo de científicos del museo en la construcción de un
archivo digital y de réplicas tridimensionales de algunas de las piezas
más emblemáticas de la colección, buena parte arrasada por las llamas.
Su labor siempre estuvo destinada a brindar apoyo a geólogos,
paleontólogos, antropólogos y otros profesionales para diversos análisis
científicos, pero la tragedia del museo, uno de los más célebres de
América Latina, pudo haber dado un nuevo sentido y mayor importancia
a su trabajo.
Cerca de 300 piezas, entre ellas algunas de las más emblemáticas de
la colección, fueron escaneadas en los últimos años por el equipo al
cual pertenece, y ahora los archivos podrán ser utilizados para generar
réplicas perfectas de algunas obras consumidas por el fuego.
La decisión de comenzar a crear copias para cuando el museo vuelva a levantarse quedará en manos de las autoridades de éste.
Según dijo Lopes, con el material almacenado digitalmente --parte del
archivo también se perdió en el incendio-- podrían hacerse “muy buenas
replicas, con los mismos colores, superficies y estructuras” de varias
piezas originales.
Las obras más destacadas de la cultura egipcia, el cráneo de Luzia
--el más antiguo hallado en América--, la urna de Marajoara --una
célebre cerámica precolombina de la Amazonia--, colecciones
grecorromanas e importantes piezas del área de paleontología están
digitalmente guardadas.
Las autoridades del museo dijeron que casi 90% de la colección pudo
haber sido destruido por el gigantesco incendio. El edificio, de pasado
imperial y de más de 200 años, conservó la fachada y su estructura
interna, pero por dentro imágenes aéreas han mostrado montones de
escombros y cenizas.
El uso de los archivos digitales podrá ser aprovechado más allá de la
generación de réplicas de obras destinadas a una nueva exhibición.
Según explicó Lopes, en caso de que sean encontrados fragmentos o piezas
de originales debajo de los escombros, la construcción de réplicas
podría ser de vital ayuda para asistir en la reconstrucción de
ejemplares originales.
Visita de la Unesco
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Unesco) calcula que la restauración del Museo Nacional de Río
de Janeiro, que perdió el 90 por ciento de sus fondos a causa de un
incendio, durará unos diez años, informaron fuentes oficiales.
"Es un trabajo de muchos años. No existe en este momento ninguna
solución mágica que permita reconstruir el museo en unos meses. Tenemos
un largo trabajo de identificación de los escombros, muchos de los
cuales son fragmentos de artículos del museo", afirmó la representante
de la Unesco en Brasil, Marlova Jovchelovitch Noletov en una rueda de
prensa.
De acuerdo con Jovchelovitch Noletov, la rehabilitación será un
trabajo gradual que se llevará a cabo en varias etapas porque también
hay que tener en cuenta "la reconstrucción del edificio histórico en sí,
que también demanda tiempo".
Consideró que, a medida que se adelanten los trabajos, el museo podrá
abrir sus puertas al público de forma paulatina y por etapas.
La representante de la Unesco en Brasil habló con los medios
acompañada de los miembros de la misión de emergencia de esa
organización, encabezada por la italiana Cristina Menegazzi, quien dijo
que el acervo puede recuperarse con donaciones de otros museos y el uso
de tecnologías avanzadas, como impresiones 3D.
La misión de emergencia, de la que también forman parte el consultor
del Centro Internacional de Estudios para la Conservación y Restauración
de Bienes culturales, José Luiz Pedersoli Junior, y dos especialistas
de la ciudad alemana de Colonia, ha estado en Brasil hasta el 23 de
septiembre.
Durante ese tiempo realizó varias visitas técnicas al museo a fin de
garantizar la estabilidad estructural del edificio y ayudar en las
labores de recuperación de objetos de la colección y de elementos
arquitectónicos que se encuentran entre los escombros.
Asimismo, visitó otros seis edificios que conservan la memoria histórica, como el Archivo Nacional y la Biblioteca Nacional.
El Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo e importante de
Brasil, perdió prácticamente todo su acervo histórico, científico y
cultural tras ser consumido por las llamas hace varias semanas.
Construido por decisión del rey Juan VI de Portugal e inaugurado el 6
de junio de 1818, el Museo Nacional fue el escenario escogido por la
princesa Leopoldina, mujer del emperador Pedro I, para firmar la
declaración de independencia de Brasil en 1822 y también acogió la
primera Asamblea Constituyente tras el fin del imperio.
Entre sus fondos figuraban valiosos documentos y piezas únicas, como
el esqueleto de Luzia, los restos humanos más antiguos descubiertos en
Suramérica, que databan de hace unos 12.000 años y cuyo destino por el
momento se ignora.
Según la Unesco, los trabajos de recuperación se apoyan actualmente
en tres fuentes de recursos: el Fondo de Emergencia de esa agencia de la
ONU creado en 2015, la aportación del Ministerio de Educación de 10
millones de reales (unos 2,40 millones de dólares) para los esfuerzos
iniciales de mantenimiento del edificio del museo y las donaciones de
otros países." (Imprimalia, 28/09/18)
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