"En múltiples ocasiones, cuando imparto una conferencia o en alguna de las peticiones para ayudar
a empresas y organizaciones a iniciar una verdadera transformación
digital, la transición que supone todo este apasionante momento suele
ser visto desde la pequeña empresa o del comercio minorista como un reto
abstracto o complejo de llevar a cabo.
Y, realmente, no debería ser
así. Sin duda alguna es en el ese escenario de empresas medianas donde
la transformación digital juega un papel relevante para enfrentarse con
garantías al futuro inmediato.
La forma en que compramos está
cambiando, y el papel del retail ya no será nunca más el mismo. La
tecnología ha paralizado los modelos tradicionales. Hasta hace un
tiempo, el canal físico era suficiente para impulsar ventas, hasta hace
muy poco el incorporar un canal digital parecía suficiente.
A este paso le llamamos digitalización pero, sin embargo, no es transformación digital.
Este segundo concepto es mucho más profundo. Se trata de incorporar
esas herramientas, la lectura de datos y la automatización de procesos
para generar nuevos modelos de negocio.
Para
tener éxito, el comercio minorista y las pymes, necesitan crear
experiencias diferenciadas y personalizadas que abarquen nuestra vida
real y digital. Los compradores cada vez más quieren que sus marcas
favoritas y sus comercios habituales cumplan de inmediato sus
expectativas.
Comprar un artículo no es un evento aislado,
sino que forma parte de una experiencia de compra integrada sin fisuras
que abarca la tienda digital, las redes sociales, la tienda físicas y
el grado de conocimiento que de él tiene la empresa.
Lograr esto
no es sencillo, pero con las nuevas tecnologías basadas en la nube, el
aprendizaje automático, la analítica avanzada y la inteligencia
artificial, el retail especialmente puede revolucionar la forma en que
se involucran con los consumidores. Clientes cada vez más informados y expertos en tecnología por cierto.
Es
importante que la experiencia de cliente sea moderna y actual. No es
factible vender a clientes cada vez más integrados en un mundo
transformado sin transformarse. Un Milenial apasionado del ‘running’
quiere prendas para disfrutar de su pasión utiliza su asistente personal
de su teléfono móvil, Siri por ejemplo. Utilizando sistemas expertos
cada vez más cercanos a la inteligencia artificial, Siri le aconseja
varias opciones donde comprar lo que necesita.
Lo ideal es que tras
seleccionar una de ellas el ‘chatbot’
de la primera con la que desea interactuar inicie un proceso de
‘convencimiento’ geolocalizado. Ese ‘robot’ le proporciona datos, manera
de acercarse, tiempo estimado, opciones de productos, etc. En unos
minutos puede estar probándose ropa deportiva con criterios que ‘sin
saber’ el potencial cliente ha aportado. Venta predictiva se llama.
En
todo ese tiempo, la empresa ha obtenido miles de datos que podrá
utilizar más adelante para generar una mejor experiencia de cliente en
el futuro. El asistente de ventas virtual es una de tantas opciones que
con un trabajo estratégico en transformación digital se puede desplegar.
Lo importante es iniciar un estudio previo del estado de la empresa,
del punto de digitalización, de la cultura digital que existe y de las
pretensiones que se tienen.
Lo descrito no es futurismo.
Es algo en lo que trabajo a diario y con lo que he visto a decenas de
medianas empresas minoristas, hoteles o empresas de servicios mejorar
sus expectativas y sus resultados. Las cadenas minoristas y las
franquicias de productos a cliente final son especialmente sensibles a
este tipo de transformación.
Uno de mis clientes está implementando un
sistema de sensores que guían al comprador a través de sus instalaciones
en base a criterios de selección previa en sus tablets o teléfonos
móviles. El ‘login’ al entrar en las tiendas de esta cadena le permite
obtener un descuento y a la vez la empresa ‘detecta’ quien es ese
cliente y lo que suele mirar cuando también está ‘logueado’ en su
website. Cuando esté totalmente implementado lo mostraremos.
Digitalizarse es implementar tecnología, cierto. Sin embargo transformarse es mucho más.
Es una cultura integral en cualquier organización o empresa. Respóndete
las siguientes preguntas para saber si lo que estás (o no) haciendo es
lo correcto y a la velocidad adecuada. ¿Tienes una estrategia real en
transformación? ¿Es táctica o es estrategia? ¿La tienes por escrito?
¿Has modificado en los últimos meses alguno de los procesos que
identifican internamente tu empresa?
¿Has automatizado algún elemento de
tu experiencia comercial en el último trimestre? ¿Cuál es tu
implicación real en el ámbito digital? ¿Tienes algún punto de contacto
con el mundo de la innovación como startups o aceleradoras? En las
respuestas, estoy seguro, está la clave y la urgencia de lo que
necesitas. Si crees )que transformarse digitalmente puede ser caro, prueba con no hacerlo. " (Marc Vidal, 06/02/17)
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