"Una diseñadora ya ha confeccionado una colección entera de ropa
fabricada con impresoras 3D, para lo que usó seis impresoras a razón de
veinticuatro horas diarias.
Las tecnologías de impresión 3D se han desarrollado tan rápidamente
en los últimos dos años, que a cada vez más diseñadores y empresas les
seduce la idea de que la gente pueda crear o descargar e imprimir la
ropa que le gusta en sus casas. Entre quienes han hecho realidad esta
idea figuran desde jóvenes diseñadores que buscan nuevas formas de
expresión, hasta 'mastodontes' del mundo de la alta costura como Karl
Lagerfeld, que ha creado a través de 3D varios trajes para Channel.
La ropa 3D será como la de alta costura
La
ropa de alta costura es ahora muy "costosa, insólita y difícil de
obtener" porque se confecciona para personas determinadas y "se ajusta" a
ella. Sin embargo, "con la impresión 3D esta extravagancia se mudará a
cualquiera casa con una impresora 3D", explicó a la revista 'Forbes' Andrew Bolton, comisario del Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte.
Según él, esta tecnología permitirá a la gente imprimir la ropa ajustada a su cuerpo y, además, no dejará los residuos que siempre acompañan a la producción de textiles.
De hecho, ya existen empresas que ayudan a los usuarios a crear su propios diseños 3D, aunque, de momento, siguen siendo solo productos virtuales.
La joven diseñadora Danit Peleg ha explicado con todo lujo de
detalles en una conferencia de TED como crea la ropa a través de
impresión 3D. En este video -que se puede ver con subtítulos en español- Peleg viste una falda que diseñó e imprimió ella misma.
En general, los dos problemas principales asociados a la impresión de ropa 3D son los siguientes:
La lentitud de la impresión.
Las impresoras 3D ya 'han aprendido' a crear cosas increíbles, pero sus
posibilidades aún son muy limitadas. Así, para hacer una falda, la
diseñadora tuvo que imprimirla en partes pequeñas, lo que le llevó una
noche entera, después de lo cual tuvo que 'coserlas' como un
rompecabezas.
Las 'telas' son incómodas. Los
primeros ejemplos de ropa 3D fueron confeccionados con materiales
parecidos más al plástico que a las telas, por lo que resultaban muy
frágiles. De hecho, podían romperse si la persona que los llevaba
intentaba sentarse y hasta dejaban marcas y arañazos en el cuerpo. En
cierta medida, este problema persiste hoy en día, aunque, probablemente,
en un futuro próximo las características de los materiales impresos en
3D se aproximarán más a las del algodón o incluso a las de las telas más
finas.
Se trata de un reto muy interesante, ya que la idea de imprimir la ropa 'en casa' implica también la posibilidad de diseñar y crear nuevas telas.
Así, para crear su ropa la diseñadora halló un filamento (el material
que la impresora usa como 'tinta'), llamado 'filaflex' que es firme pero
flexible.
Asimismo, halló un archivo abierto creado por un
arquitecto que contenía un patrón que no solo pudo usar para crear nueva
tela, sino que también lo modificó para diseñar más 'textiles' con
distintos 'arabescos' que se parecen al encaje.
En resultado, la diseñadora logró crear una colección entera de modelos de ropa 3D.
Eso sí, necesitó 1.500 horas para imprimirlas, por lo que tuvo que usar
seis impresoras a razón de veinticuatro horas diarias durante siete
días a la semana. "Sin embargo, recordemos que Internet era mucho más
lento hace 20 años" y que la música tenía que comprarse antes en cintas o
discos, mientras que ahora simplemente la descargamos de la Red,
recordó la diseñadora durante su charla para TED.
Así, mientras la
impresión de la ropa, en el sentido literal de la palabra, sigue siendo
patrimonio de un futuro más o menos lejano, hoy en día sorprende cada
vez menos ver a alguien con accesorios de moda impresos, sean piezas de
joyería, gafas o incluso el calzado.
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