Prototipo de la prótesis ortopédica
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M. G.
"La impresión 3D ya se usa para todo: se puede imprimir
comida, ropa y complementos, objetos de pequeño tamaño, prototipos
industriales, fabricación de piezas y recambios e incluso construcciones
modulares habitables. Los costes más bajos y la posibilidad de
personalización están detrás de este éxito. En el área sanitaria esta
tecnología está encontrando muchas posibilidades de aplicación: desde
tejidos, órganos humanos y articulaciones a prótesis.
En este campo trabaja un grupo de investigadores del Área
de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Málaga (UMA), que ha
diseñado una prótesis ortopédica que simula el movimiento pasivo de los
dedos de la mano, que es el realizado sin que la persona ejerza ningún
tipo de esfuerzo.
Este dispositivo o exoesqueleto
podría complementar la labor del fisioterapeuta en los procesos de
recuperación requeridos cuando se produce una factura, esguince, se
programa una cirugía por lesión en el tendón o para evitar, por ejemplo,
que se produzcan edemas o hinchazones cuando se inmovilizan durante
mucho tiempo determinadas partes del cuerpo.
La novedad de este trabajo, publicado en la revista científica Mechanism and Machine Theory,
consiste en que cada prototipo que se diseña de forma virtual es
personalizado y reproduce el movimiento de los dedos de la mano del
paciente, así como la longitud de su falange. Con este diseño y a través
de una impresora 3D, se fabrica el dispositivo con las características
deseadas.
Como explican a la Fundación Descubre dos de
los investigadores implicados en el proyecto, Alex Bataller y Juan
Antonio Cabrera, este exoesqueleto se podría adquirir fácilmente si la
persona que lo solicita dispone de una máquina 3D, aunque se encuentre
en un lugar remoto o de difícil acceso. "Al interesado se le envía el
archivo con las instrucciones precisas del prototipo, adaptado a sus
características específicas, y él se encargaría de su impresión",
apuntan los científicos.
Como explica Alex Bataller, dispone de un sistema de
control que puede manipular el propio usuario o bien ser programado
siguiendo las indicaciones médicas. "Se puede confeccionar una para cada
dedo y, dependiendo de ello, programarlo con un determinado tipo de
ejercicio más suave o intenso", matiza Cabrera.
En el
mercado existe una gama amplia de exoesqueletos con aplicaciones médicas
pero requieren sistemas de control complejos y conllevan un elevado
coste. "Este dispositivo es más económico, fácil de utilizar y
pretendemos popularizar su comercialización, aunque previamente es
necesaria una fase clínica en la que se demuestre la efectividad de
estos aparatos en los pacientes", afirman los científicos." (Diario de Sevilla, 15/02/17)
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