"Tessa Evans, una niña descendiente de padres irlandeses y que
actualmente tiene dos años de edad, nació en Gran Bretaña con una
malformación congénita tan extremadamente rara que sólo hay documentados
47 casos similares en toda la literatura médica: arrinia completa, esto
es, falta del apéndice nasal, de la nariz.
Su condición fue detectada a las veinte semanas, cuando se vio claramente que tenía un perfil facial anormalmente plano.
Su madre, Grainne Evans, recuerda que su nacimiento ya estuvo lleno
de problemas. Apenas venir al mundo tuvo que ser hospitalizada e
intubada durante más de un mes para practicarle una traqueotomía y así
pudiera respirar, mientras que era alimentada por vía intravenosa hasta
que aprendió a dominar su sistema respiratorio.
Aunque carecía de nariz física y del sentido del olfato, Tessa era capaz de toser, estornudar y pillar un resfriado.
En un esfuerzo para ayudar a la niña a crecer sin sentirse diferente
entre sus compañeros, sus padres, Grainne, de 31 años de edad, y Nathan,
de 33 años, acudieron a algunos expertos médicos para que les
aconsejeran sobre cómo crear un implante cosmético que supliera el
apéndice nasal que le faltaba.
La decisión de crear un implante fue sin duda difícil. Muchos expertos
médicos aconsejan que para cirugías como el caso de Tessa, lo mejor es
esperar hasta la adolescencia, cuando el rostro ha dejado de crecer, y
construir entonces una nariz con los huesos e injertos de piel, ya que
de otro modo pueden quedar cicatrices.
Sin embargo, gracias a los
últimos avances en la impresión en 3D, así como al bajo coste de la
creación de piezas de reemplazo con esta tecnología, los médicos
llegaron a la conclusión de que serían capaces de realizar un
procedimiento menos agresivo y de que el apéndice nasal por impresión
tridimensional podía ser reemplazado regularmente a medida que Tessa
creciera, sin necesidad de someterla a cirugías invasivas.
"Fue una decisión muy difícil para todos nosotros. Nos encanta Tessa
y pensamos que era completamente hermosa en la forma en que era",
declaró su madre, Grainne, que añadió: "En última instancia, decidimos
seguir adelante, ya que era la oportunidad de normalizar su perfil sin
tener que cortarle la cara."
Usando un modelo en tres dimensiones del cráneo de la niña, el doctor
Jonathan Britto (del Grat Ormond Street Hospital de Londres) y su
equipo fueron capaces de "diseñar" un implante a la medida, fabricado
con una impresora 3D, que hace las veces de incipiente nariz y que será
sustituido con el tiempo por otros implantes adaptados al rostro de la
niña según ella vaya creciendo.
A diferencia de otros métodos usados hasta la fecha, el implante se
le introduce debajo de la piel desde una incisión en el cuero cabelludo,
de modo que no deja cicatrices en el rostro. Cuando llegue la hora de
cambiar el implante por otro mayor, se abre la incisión, como si fuera
un sobre, y así hasta llegar a la prótesis de la nariz definitiva, que
la niña tendrá en su adolescencia.
"La nariz no tendrá su función natural como vía respiratoria, pero al
menos dará un buen resultado estético", ha explicado el doctor Britto.
"Con el nuevo método, y tras un nuevo implante en cada edad de
crecimiento, habremos logrado la expansión del tejido. Los orificios
nasales no serán reales sino tatuados, pero la apariencia será la de una
nariz normal".
"En el pasado, todos los intentos de reconstruir una nariz han dejado
cicatrices en el rostro", recuerda el doctor Britto. "Con este método,
vamos a poder evitar los efectos más negativos. Es una alternativa
realmente emocionante, teniendo en cuenta además que la niña podrá
beneficiarse en la próxima década de todos los avances tecnológicos que
se produzcan con las impresoras 3D, que están revolucionando el campo de
las prótesis".
Sin las impresoras en 3D, que ya han permitido la creación de manos y
brazos "artificiales", el trabajo habría sido mucho más difícil, según
el doctor Britto, que podrá seguir trabajando en nuevos implantes a la
medida hasta que llegue el momento de dotar a Tessa con su nariz
definitiva.
"Es una niña angelical y te enamoras de ella en cuanto estás a su
lado", aseguran sus padres, que tienen otros dos hijos, niño y niña.
"Tessa sonríe como la que más -afirman sus progenitores- y juega con
ellos a todas las horas, como si no fuera consciente de su condición". (Imprimalia, 10/06/2015)
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