"Equipos de investigación de la Universidad de La Laguna (ULL, España)
han combinado estructuras impresas en 3D con el efecto de la energía
del sol para la depuración de aguas contaminadas, según informa el
centro universitario en su sitio web oficial.
El agua limpia es un objeto indispensable para la salud humana pero
la realidad demuestra que se está muy lejos de conseguir este bienestar
para toda la humanidad. Más de 1.500 millones de personas carecen de
abastecimiento de agua básica y se estima, además, que cada año mueren
en el mundo más de 4 millones de personas, la mitad menores de 5 años,
como consecuencia de enfermedades relacionadas con el mal de estado del
agua, como el cólera, diarrea y fiebre tifoidea.
Por ello, es esencial
encontrar nuevos métodos para purificar aguas que sena asequibles, como
el que acaba de ser desarrollado en la Universidad de La Laguna.
Grupos de investigación de la institución académica han conseguido
fabricar, mediante la tecnología de impresión 3D cerámica, pequeñas
estructuras de apenas 5 mm de grosor que permiten purificar aguas
contaminadas utilizando sólo la energía del sol.
Generalmente el uso de
las depuradoras permite eliminar la mayoría de los desechos en el agua
antes de verterla en ríos, lagos o mares, pero esto sólo ocurre en
países desarrollados. Sin embargo, en países en vías de desarrollo el
90% de estas aguas se vierten directamente sin depurar.
Existen diferentes métodos para purificar aguas contaminadas, algunos
de los más modernos utilizan filtros muy eficientes pero que requieren
electricidad que es un recurso escaso en los países pobres, mientras que
los que no requieren electricidad son caros de fabricar. Todo ello hace
que obtener agua limpia sea prácticamente inaccesible en comunidades
pobres.
Por ello, el uso de los dispositivos creados en la ULL es ideal para
zonas deprimidas con aguas contaminadas, en donde el sol sea un recurso
abundante, ya que el coste de estas unidades 3D se sitúa en unos 10
céntimos de euro. De momento en los primeros ensayos se ha conseguido
eliminar más del 50% de contaminantes en sólo 1 hora de exposición
solar.
Estas microestructuras están activadas con diversas nanopartículas
que mejoran sus funcionalidades de partida. Por un lado, se han
utilizado nanopartículas de sílica y alúmina que favorecen que estas
estructuras sean mecánicamente estables en el agua pero además les dan
resistencia hasta los 1.200o, con lo cual también pueden dedicarse a la
purificación de contaminantes gaseosos a temperaturas elevadas si fuera
necesario.
Por otro lado, se han empleado nanopartículas de un
fotocatalizador adecuado que elimina eficientemente los compuestos
tóxicos mediante la energía del sol, a través de un proceso denominado
oxidación fotocatalítica.
Dicho proceso consiste en la destrucción de los contaminantes
mediante el empleo de catalizadores adecuados y radiación solar con el
objeto de formar radicales hidroxilo, los cuales posteriormente tendrán
un efecto oxidante (entre otros) sobre los contaminantes químicos.
Esta línea de investigación está dirigida por los grupos de
“Fotoquímica Aplicada” y “Nano y Microingeniería de Materiales”
coordinados por Pedro Esparza y Juan Carlos Ruiz-Morales,
respectivamente, del Departamento de Química de la ULL. Este trabajo
también forma parte de la tesis de la doctoranda Lorena Hernández Afonso
y ha contado con la participación de Ricardo Fernández y Selene Díaz,
del grupo de “Nano y Microingeniería de Materiales” de la ULL; Emma
Borges del área de Ingeniería Química y la empresa PRINT3D SOLUTIONS." (Imprimalia, 13/06/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario