(…) Muchos tenderos se animan a lanzarse al mercado digital. Por lo general, las ventas tardan en llegar, pero la inversión tampoco, en la mayoría de los casos, supera los mil euros.
Para atender a los clientes en las tiendas digitales, además, no hace falta contratar personal porque tareas como mirar si ha llegado algún pedido se suman a las que realizan de forma cotidiana los trabajadores. Así, la aventura hace que muchos comerciantes modifiquen sus procesos de trabajo para adaptarse a
"Hay que estar. Vender más puede ser un mito, pero la empresa que no entre en Internet puede llegar a desaparecer en el futuro", dice Carlos Serrano, profesor de
"Tenemos muy pocos gastos fijos"
En el catálogo de la tienda de espadas se pueden encontrar más de 6.000 referencias. "La información ocupa mucho espacio en el disco y, como tenemos tantas visitas, el año pasado pagamos una barbaridad de servidor, más de 7.000 euros. Lo que nos hace ser competitivos es que tenemos pocos gastos fijos".
(…) La idea es sencilla. Si alguien, por ejemplo, quiere tener una espada como las de El señor de los anillos, sólo tiene que teclear la dirección de la tienda turolense para comprarla.
La espada más barata cuesta 15 euros. La más cara, 9.000. "El transporte es un tema complejo. Muchas veces decide la venta".
Lop no se cansa de contar anécdotas. "Hay gente que se tumba encima del escáner para digitalizar un tatuaje del cuerpo. Nos lo mandan y quieren que se lo grabemos en la espada". Sus métodos de mercadotecnia son peculiares. "Le regalamos una espada a Charlton Heston. Nos mandó una carta de agradecimiento. Meses después, nos llamaron para comprar 300 espadas para una película".
Pero, "en Internet, todos aprendemos", dice Saturnina Garralaga, gerente de Motos Flandro. En
(…) "Las ventas no son todavía cuantiosas, pero es muy importante el posicionamiento", dice Garralaga. Muchos clientes visitan su página y luego les llaman por teléfono para realizar la compra. "Por el tono de voz sabemos que no son de Zaragoza". "Lo importante es que vengan a la tienda porque para vender un casco, por ejemplo, el cliente quiere probárselo antes"
"Internet es mucho más barato que el canal tradicional. Un catálogo de papel cuesta 30.000 euros. Luego, hay que repartirlo. El coste de la web es de mil a dos mil euros".
Baiges reconoce que vende por Internet en las provincias sin distribución. "En Barcelona, por ejemplo, les digo que vayan a las tiendas donde venden las camas. Por ahora no quiero competir con el canal tradicional". Baiges prevé invertir 4.000 euros para mejorar la página. "Tenemos pocas visitas. La media es de 100 diarias. El mejor día, 162 personas".
"Lo que más nos costó es conseguir una pasarela de pago para poder cobrar en Internet. Ningún banco nos la ofrecía. Al final fue
(…) Es un negocio con algunas contradicciones. "En la tienda de Zaragoza, el problema muchas veces es que la gente tiene miedo a entrar. Pero en Internet, lo que quieren los clientes es probarse la ropa y para eso hay que ir a la tienda".
"Deberíamos haber empezado a vender en Internet seis años antes", dice María Teresa Barreu, gerente de Barreu, una empresa de telecomunicaciones con 29 años de experiencia que vende desde el más pequeño componente electrónico hasta aplicaciones a medida para localizar caballos por GPS, programas para equipos de protección civil o de videovigilancia.
"Trabajamos en proyectos que aportan soluciones de comunicación y transmisión de información desde cualquier punto del mundo, tanto en las ciudades como en el medio rural".
"Con la tienda virtual", comenta Barreu, "se optimizan los esfuerzos de las empresas y cambia la filosofía porque cuando se comercializa por Internet se implanta una disciplina diferente y se optimizan los recursos".
Además, "el comercio electrónico aumenta la cartera de clientes sin incrementar gastos".
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