“Los precios de la gasolina y el gasóleo de calefacción doméstica seguirán por las nubes. Las razones son evidentes: los EE.UU. guerrean en Oriente Medio, al menos en parte, para proteger sus intereses en el petróleo; en China, India y orros países crece con rapidez la demanda de combustibles fósiles, y en el horizonte ya se vislumbran encarnizadas luchas por la energía.
Mientras tanto, las plantas térmicas en las que se quema carbón, petróleo y gas natural, así como los omnipresentes vehículos, emiten a la atmósfera millones de toneladas al año de contaminantes y gases de efecto invernadero.
Cargados de buenas intenciones, los científicos, ingenieros, economistas y políticos han propuesto diversas medidas que podrían reducir ligeramente el uso de combustibles fósiles y las emisiones que desprenden. Pero no son suficientes. Se necesita un plan audaz para librarse de los combustibles fósiles. Nuescro análisis da una respuesta lógica: el viraje radical hacia la energía solar.
El potencial de la energía solar desborda todos los límites. En 40 minutos, los rayos solares traen a la Tierra una energía equivalente al consumo del planeta durante un año. Los EE.UU. tienen la suerte de contar con enormes recursos: al menos 650.000 kilómetros cuadrados de terrenos en su sudoeste se prestan bien a la instalación de plantas de energía solar; reciben al año más de 5000 trillones de joule de radiaciones solares. Aunque sólo el 2,5 por ciento se transformara en electricidad, ésta equivaldría al consumo total de energía del país en 2006.
La conversión a energía solar exigiría cubrir vastas extensiones de terreno con paneles fotovokaicos y concentradores solares para calefacción. Además habría que construir una red básica de transmisión en corriente continua para transportar esa energía por todo el país con un buen rendimiento.
Las técnicas necesarias están en nuestras manos. A continuación presentamos un mag-no proyecto que hacia 2050 suministraría, mediante energía solar, el 69 por ciento de la electricidad y el 35 por ciento de la energía total (incluido el transporte) consumida en EE.UU. Prevemos que esa energía se vendería a los consumidores a tarifas equivalentes a las que actualmente rigen para las fuentes de energía ordinarias: alrededor de cinco centavos de dólar por kilowatio-hora (kWh). Si, además, se desarrollaran generadores de energía eólica, geotérmica y de la biomasa, a finales del siglo podría cubrirse con energía renovable hasta el 100 por ciento del consumo eléctrico nacional! y el 90 por ciento de toda su energía.
El gobierno federal tendría que invertir más de 400.000 millones de dólares en los próximos 40 años para alcanzar el objetivo de 2050. Una inversión cuantiosa, pero sobradamente productiva. Las plantas solares gastan muv poco o ningún combustible, lo que ahorra miles de millones año tras año. La infraestructura creada desplazaría 300 grandes centrales térmicas de carbón y otras 300 de gas natural, con todos los combustibles que consumieran.
La ejecución del proyecto suprimiría de hecho toda la importación de crudo: se reducirían radicalmente los déficits comerciales de EE.UU. y se mitigarían las tensiones políticas en Oriente Medio y otros lugares del mundo. Como las técnicas solares apenas si contaminan, las emisiones de gases de invernadero se reducirían en el monto de las correspondientes a las centrales térmicas sustituidas: 1700 millones de toneladas por año. Otros 1900 millones de toneladas desaparecerían al reemplazar los automóviles de gasolina por vehículos híbridos recargables, gracias a la red de energía solar. En EE.UU. las emisiones de dióxido de carbono caerían un 62 por ciento con respecto a los niveles de 2005, lo que supondría un gran frenazo del calentamiento global.” (Ken Zweibel, James Mason y Vasilis Fthenakis: ELECTRICIDAD SOLAR. ¿Podría liberarnos de la dependencia de los combustibles fósiles?. Investigación y Ciencia, Marzo, 2008, p. 22)
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