"Dos jóvenes emprendedores madrileños, Alberto Hernández y Fernando
César, han creado Wlasses, una marca de gafas, fabricadas a medida y
personalizables mediante impresión 3D, que fusiona diseño, artesanía,
tecnología y moda.
Wlasses quiere llevar la visión del sastre al mundo de las gafas,
ofreciendo, gracias a la impresión 3D láser, la posibilidad de que el
cliente escoja sus gafas a medida entre 3 tallas (S, M, L), 6 colores y 4
tipos de cristales diferentes. Esto, añadido a que se preparan y
ensamblan a mano, en un proceso completamente artesanal, hace de cada
modelo algo único.
Desde que un cliente hace un pedido a través de su página web hasta
que lo recibe en su domicilio pueden pasar hasta tres semanas. Sus gafas
se fabrican bajo demanda, cada encargo pone en marcha una maquinaria
que se extiende hasta EEUU, donde se imprimen las piezas. "En España aún
no se ha popularizado el uso de esta técnica y los precios que nos
planteaban los pocos players que tienen esta tecnología no eran
competitivos", ha declarado a El Mundo Alberto Hernández.
El proceso de fabricación de las monturas y las patillas puede llevar
hasta tres horas. Todas ellas están fabricadas con polvo de nylon, "el
mismo material", apunta César, "con el que se hace mucha de la ropa que
llevamos a diario". Las partículas de poliamida se fusionan capa a capa
dentro de la impresora 3D láser, dando lugar a las partes individuales
de cada gafa. "Nuestra idea es ir introduciendo nuevos materiales,
algunos sólo posibles de forma sostenible gracias a la impresión 3D,
como el aluminio, el cobre, o la fibra de carbono", añade.
Una vez acabadas, las monturas y las patillas viajan hasta el taller
de Wlasses, en pleno centro de Madrid, donde son ensambladas con mimo.
"A nosotros nos toca montar la bisagra, los logos metálicos en las
patillas y el montaje en el laboratorio de los cristales", explican.
Un trabajo completamente artesanal, que hace de cada par de gafas
"algo único, y de algún modo especial", como explica Hernández. Por este
motivo se consideran a sí mismos unos "artesanos digitales", tal y como
añade su socio: "Creemos que la artesanía y la tecnología no son
conceptos antagónicos, sino complementarios".
Sus cuatro modelos -Wlobetrotter, Wlamour, Wlossy y Wlipster- son el
resultado de un año y medio de pruebas, errores y sudores en torno a su
propia impresora 3D: "Lo que realmente lleva más tiempo es todo lo que
no se ve: el proceso de diseño, prototipado y prueba de cada gafa hasta
conseguir el modelo que teníamos en mente", explica César.
Cada uno de los modelos está disponible en seis colores distintos,
con cuatro tipos de lentes a elegir y, esto es lo más novedoso, en tres
tallas. Es decir, que hay288 combinaciones posibles. "Nos gusta vernos
como 'los sastres de las gafas'. Queremos llegar a ofrecer el traje a
medida que toda cara necesita", dice su compañero.
Gafas personalizadas con las que pretenden competir en un sector que
consideran "estancado" . "Las marcas se lanzan a producir en serie
modelos genéricos para personas únicas, y esto en 2016 ya no tiene
sentido", se queja Hernández, "algo tan básico y presente en cualquier
otro sector de la moda, como las tallas, no existe en el mundo de la
óptica".
Para dar respuesta a las posibles reticencias que puede suponer para
sus potenciales clientes comprar unas gafas sin habérselas probado
antes, dos jóvenes teckies de 30 años, formados en diseño y publicidad,
han tirado de ingenio. "En la web hay un PDF descargable de cada modelo
con sus respectivas tallas, S, M y L, de tal forma que el cliente solo
tiene que descargarlo, imprimirlo y recortar las gafas.
Después, sólo
tiene que ponérselas sobre la cara para ver qué talla es la que mejor le
queda", explica César. Y para los más incrédulos -aquellos que si no
tocan, no ven -La Óptica Madrid, en el Paseo de La Habana.
Otros de sus diferenciales es el precio de sus modelos, 179 euros,
prohibitivo para algunos, pero asequible en el universo millenial, donde
lo normal es llevar un teléfono de 900 euros y unos vaqueros de 15:
"Queremos aportar un valor añadido real, y permitir que la gente no sólo
se limite a elegir, sino que pueda crear sus propias gafas, pero a su
vez entendemos que deben tener un precio accesible para todos los
bolsillos, si bien, no hemos nacido para ser una marca que encaje con
todos los públicos".
La marca Wlasses nace de un simple juego fonético. Alberto se empezó a
obsesionar con la posibilidad de decir o escribir la palabra "glasses",
utilizando una W en vez de una G. "Descubrí que la palabra Wlasses
podría sonar igual, significar lo mismo, pero escribirse diferente que
la original, y entendí que podríamos tener algo grande entre manos",
destaca Alberto, que apostó por unas gafas, como siempre, pero a la vez
como nunca.
"Las gafas no son perjudiciales a la vista porque desde el principio
contamos con un proveedor de lentes de máxima calidad, con todas las
protecciones UV necesarias, y en el diseño de nuestras Wlasses
respetamos todos los ángulos pantoscópicos necesarios", destaca
Fernando, que asegura que no utilizan ningún procedimiento industrial
más allá de la impresión 3D.
En Septiembre de 2015, ganaron la II Edición de los Premios Emprende
del grupo de comunicación OMNICOM, un premio que les valió para que la
marca fuese más reconocida a nivel de startups. "Cuando lo procesamos,
vino la euforia, una marca que aun no estaba en el mercado como tal,
ganando un premio frente a rivales que están levantando rondas de
inversión de millones de euros.
Fue una sensación increíble", confiesan
Fernando y Alberto, que no esperaban ganar ese premio ante unos rivales
tan potentes.
Alberto y Fernando creen en el slow fashion, en el gusto por hacer
las cosas bien hechas aunque sean en largo tiempo. Si no encuentras lo
que buscas, Wlasses lo inventarán por ti con un acabado a mano perfecto.
El modelo de negocio de Wlasses incluye los canales B2B y B2C. Además
de la tienda online, actualmente están trabajando con varias ópticas.
"De hecho hace unas semanas cerramos nuestro primer acuerdo con una
óptica en Valencia, 'Asún Oliver', una óptica que encaja completamente
con el espíritu Wlasses”, asegura Alberto.
Además de esto, este producto
también se puede encontrar en 'La Óptica Madrid', y están en
conversaciones con ópticas de Barcelona y Córdoba, entre otras. "Este
proceso se está llevando a cabo cuidadosamente, porque queremos
seleccionar muy bien los puntos de venta, queremos ópticas que compartan
una visión diferente, personal, de lo que son las gafas", asegura
Fernando.
"Confiamos en las virtudes de la venta por internet desde el inicio y
es éste un ecosistema que dominamos y en el que nos sentimos cómodos,
por lo que nuestro principal canal de ventas será desde nuestro
ecommerce www.wlasses.com", explican ambos.
Wlasses se ha financiado desde el principio con inversión propia, sin
incorporar inversores externos. La inversión ha rondado los 12.000€
para llegar hasta el punto en el están actualmente.
Wlasses aspira a convertirse en mucho más que una marca de gafas. Están
pensando trabajar también con una línea de ropa y otra de complementos
de moda, ambas posibles desde la impresión láser 3D. "Seguimos
investigando nuevos materiales dentro de la impresión 3D que queremos
sacar al mercado cuanto antes, y que abren nuevas posibilidades nunca
vistas en el mundo de la óptica", dice Fernando, que explica además que
quieren convertirse en un referente dentro del mundo de la moda a
medida.
"No nos gusta quedarnos parados y por eso nos planteamos a medio
plazo, la posibilidad de una plataforma online propia en la que cada
persona pueda personalizarse completamente sus gafas", afirma Alberto,
que ya están trabajando con el quinto modelo, Wladiator." (Imprimalia, 29/04/16)
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