14/9/15

La industria gallega entra en la era 3D. Ingenieros, arquitectos y diseñadores están detrás de una decena de empresas que imprimen en tres dimensiones piezas para el naval, la automoción o la medicina

"Desde prótesis para uso medicinal hasta las piezas aeronáuticas o componentes de automoción, la impresión 3D está revolucionando los métodos de producción de grandes y pequeñas empresas en todo el mundo.

Galicia se apunta a esta tecnología, en expansión meteórica en la última década, a través de una decena de empresas que trabajan para sectores determinantes de la economía gallega, como la industria naval, automoción, construcción, mobiliario, la salud o la creación artística.

Explicada de una forma muy simple, la también llamada fabricación aditiva es la producción de objetos en tres dimensiones con máquinas inteligentes conectadas a Internet. Nadie cuestiona ya que esta nueva manera de fabricar objetos sacudirá los cimientos de sectores empresariales e industriales tradicionales, como las cadenas de montaje.
Solo un ejemplo vinculado a Galicia: la multinacional del metal Alcoa, que tiene una planta en A Coruña, ha anunciado una inversión de 60 millones en la expansión de su centro de investigación en Pensilvania (EE.?UU.) «para acelerar el desarrollo de materiales y procesos avanzados de impresión 3D en sectores como el aeroespacial, automoción, médico o construcción», dijo su presidente, Klaus Kleinfield.

Galiprint3D y Lupeon 3D, de A Coruña, son dos de las empresas pioneras en la aplicación de esta tecnología. Brinka3D y, I+3ddesigne (A Coruña), Nort3D (Pontevdra) o Ialma3D (Compostela) son también buenos exponentes de lo que se está fraguando.

«La impresión en 3D supone una revolución en el mundo del diseño, porque permite formas imposibles de fabricar de otra manera», aseguran Adrián Sánchez e Luis Mandayo, los socios creadores de Lupeon 3D, pioneros en España por ofrecer esta tecnología bajo demanda, y hacerla accesible a cualquiera, no solo a las grandes empresas. Uno de sus trabajos más conocidos es la maqueta de la reforma del estadio vigués de Balaídos.

Detrás de estas empresas gallegas está gente muy joven. Arquitectos, ingenieros o diseñadores industriales visionarios del potencial de negocio que está por venir. Las cifras de las consultoras especializadas marean. El año pasado se vendieron cerca de 133.000 impresoras 3D en el mundo, un 68 % más que en el 2013, según Canalys.

El OBS Business School de la Universidad de Barcelona dice que el valor generado por las industrias ya inmersas en la fabricación digital con impresión 3D es de 188,15 millones de euros, con una tasa anual de crecimiento del 26 % para el 2016 y del 30 % para el período 2016-2021.

Enrique Otero Neira es un arquitecto de A Coruña que descubrió la impresión 3D cuando trabajaba en un estudio en Holanda. Siguió ampliando conocimientos en Barcelona y, «como la tierra tira», hace un año montó su empresa en Galicia, que presta servicio de impresión 3D, consultoría, formación y venta de esta tecnología. «De momento estoy yo solo, con colaboradores puntuales en función del tipo de trabajo. Para la producción de moldes me desplazo yo con la impresora a las empresas», afirma.

El arquitecto destaca el gran potencial de esta nueva forma de generar piezas en tres dimensiones. «La tecnología existe desde la década de los ochenta, pero en los últimos 10 años se ha generalizado por su coste más bajo», afirma. 

«Cualquier objeto físico hoy en día se puede construir con una impresora 3D», asegura. ¿Llegarán estas máquinas a sustituir a las empresas y trabajadores de moldes y matrices? «La gente sigue siendo necesaria, lo que sí va a cambiar, sin duda, es el tipo de preparación necesaria. Hará falta una mayor cualificación», afirma el arquitecto coruñés.

Nort3D es una empresa montada por tres jóvenes socios en Moaña (Pontevedra) con apenas un año de vida y ya una buena cartera de clientes. «No hacemos labor comercial, hemos apostado fuerte por nuestro posicionamiento web y son ellos los que nos contactan», afirma Jesús Baqueiro, ingeniero naval y socio de Nort3D.

Cuenta que la idea de enfocar el negocio a la impresión 3D surgió del interés por el diseño industrial y las posibilidades que ofrece esta tecnología. «Nuestro objetivo es facilitar a empresas y particulares el desarrollo de sus ideas y proyectos», dice el ingeniero. Relata también, a modo de ejemplo que, entre otras muchas cosas, están trabajando en la creación de una pieza que ya no se fabrica para un modelo de moto BMW antiguo.

«Las posibilidades son muy grandes y el coste es competitivo, siempre que no estemos hablando de producción en serie», explica. «Modelamos los objetos según las directrices marcadas por nuestros clientes. Podemos llegar a generar modelos prototipo y piezas finales de todos los tamaños», aclara el empresario.

El gigante tecnológico Google acaba de confirmar una inversión de 100 millones de dólares en la empresa Carbon 3D, y lo ha hecho por considerar que es «uno de los sectores tecnológicos que mejor futuro vaticinan los analistas y cuyo uso puede revolucionar numerosos sectores.

Cada vez son más las grandes corporaciones que utilizan impresoras 3D para crear nuevos productos, mejorar los antiguos o evolucionar en sus procesos de negocio. La aeronáutica Boeing fue una de las pioneras en adoptar la tecnología de la impresión 3D. Ha realizado hasta el momento más de 20.000 piezas para 10 aviones diferentes, tanto militares como comerciales. Incluso ha logrado imprimir una cabina de avión completa.

El constructor de vehículos Ford es pionero en la utilización de esta tecnología, desde 1980. Recientemente ha impreso un capó para el nuevo Ford Mustang, que hace la pieza número 500.000. Según indica Ford en su web corporativa, «la impresión 3D consigue simplificar procesos que de forma tradicional conllevarían un coste de 500.000 dólares y una duración de 4 meses, en 4 días y con un gasto de 3.000 dólares».

No queda ahí la cosa. Mark Parker, CEO (director ejecutivo) de Nike, reconoce que la impresión tridimensional ha supuesto un gran impulso para la compañía que en lo que va de año ha experimentando un crecimiento del 13 %. La compañía fabricó con 3D los tacos de las botas de los jugadores de la Super Bowl 2014 y ya prepara su aplicación a nuevos productos.

No hay límites para esta tecnología. La firma de joyas American Pearl ya ofrece a sus clientes la posibilidad de crear una pieza única de joyería escogiendo de forma on line el metal, piedras preciosas o diamantes que después se imprimirán en 3D.

Hasbro acaba de anunciar un acuerdo de colaboración con 3D Systems, para aplicar esta tecnología de impresión a la fabricación de juguetes infantiles. Hasbro cuenta con una serie de franquicias que se beneficiarán de esta innovación como My Little Pony, Playskool o Barrio Sésamo."                     (  / la voz, 14 de septiembre de 2015)

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