"Un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, Suecia, ha logrado imprimir por vez primera objetos tridimensionales hechos enteramente de celulosa. Podrían usarse para fabricar, por ejemplo, sensores integrados en empaquetados, tejidos que conviertan el calor del cuerpo en electricidad o apósitos para heridas que puedan comunicarse con los médicos.
Poder usar celulosa para tal fin resulta importante, además de porque
abunda al ser una de las sustancias más extendidas en la Naturaleza,
porque ofrece grandes ventajas ambientales: la celulosa es un producto
renovable, completamente biodegradable, y la producción con ella
reduciría la cantidad notablemente la cantidad de dióxido de carbono que
de otra manera terminaría en la atmósfera.
Una de las dificultades que presentaba el uso de la celulosa en la
fabricación aditiva es que esta materia no se derrite cuando se
calienta. Y, si no está derretida, no se puede imprimir.
Los investigadores de la Universidad de Chalmers resolvieron este
problema con pequeñísimas nanofibrillas de celulosa, que introdujeron en
un tipo de hidrogel (un gel formado por entre un 95 y un 99% de agua)
que tradicionalmente se ha usado a modo de andamiaje de células en
proceso de proliferación.
Con esta "estructura" líquida -formada por el hidrogel y las
microfibras-, los científicos lograron imprimir con celulosa. El
siguiente reto fue secar los objetos impresos, sin que perdiesen su
forma tridimensional.
Para conseguirlo, desarrollaron un proceso que consiste en congelar
los objetos 3D creados para quitarles el agua por diferentes medios, al
tiempo que se controlar su forma. También, dicen, es posible colapsar
las estructuras en una dirección determinada, mediante la creación de
finas películas.
Por si esto fuera poco, los científicos suecos también agregaron
nanotubos de carbono a estas estructuras, para hacerlas conductoras de
electricidad.
Este agregado podría hacer que la celulosa y otras materias primas
basadas en la madera puedan competir con los plásticos, que es lo que
más se usa en fabricación aditiva (que, básicamente, es la sucesiva
superposición de capas micrométricas de material hasta conseguir
cualquier objeto deseado).
En consecuencia, las estructuras con celulosa podrían usarse para
fabricar, por ejemplo, sensores integrados en empaquetados, tejidos que
conviertan el calor del cuerpo en electricidad o apósitos para heridas
que puedan comunicarse con los médicos." (Imprimalia, 14/07/2015)
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