8/3/07

Renault intenta atajar una ola de suicidios

"Tres empleados de una misma planta se han quitado la vida en los últimos cuatro meses."

No eran obreros ¿Tendría eso importancia como para salir en un periódico? Eran un ingeniero y dos técnicos, uno de los cuales iba a ser ascendido a directivo.

"El centro de Guyancourt es una parte esencial de este plan, pues es ahí donde se diseñarán 19 de los 26 modelos nuevos que deberán dar un nuevo impulso a la marca de aquí a 2009.

Por consiguiente, el Technocentre debe "generar" seis vehículos nuevos al año, frente a los tres o cuatro que creaba hasta ahora, y todo ello sin un aumento de plantilla o de medios, lo cual crea una presión innegable a los 12.000 ingenieros y técnicos que trabajan en el centro." (El País, Economía, 04/03/07, pp. 91)

Veamos intentos de explicación de estos suicidios de unos trabajadores "fuera de toda sospecha":

“Para el psiquiatra Christophe Dejours "esos suicidios son un fracaso para los sindicatos" porque no han sabido proteger a los trabajadores. En su opinión "la revolución informática liga una persona a un ordenador. La evaluación individual pasa a ser posible y antes era colectiva. Eso separa los asalariados y les lleva a competir entre ellos, destruyéndose la noción de trabajar en equipo". (…)

Según el sindicalista (Fred Dijoux, dirigente de la CFDT), los problemas son "la desregulación de los horarios de trabajo; el hecho de que muchos de los trabajadores no sepan decir no debido a que se ven solos frente a la dirección; la falta de reconocimiento de los sindicatos; el aislamiento, la individualización y la mayor vulnerabilidad de cada trabajador". Dijoux cree que esos problemas no son exclusivos de Renault. (…)

En Guyancourt los trabajadores dicen que "la informática acabó con la relación humana. No hablamos con las personas, le mandamo un e-mail, los jefes te envían mensajes por pantalla y todos debemos ser polivalentes, saber dibujar con el ordenador, ser buenos negociadores y escribir, en inglés, a los colegas que trabajan en otros países". Y las críticas "se hacen delante de todo el mundo". (El País, Economía, 19-03-07, pp. 88)

La culpa la tienen los sindicatos, el aislamiento o la informática. Frio, frio...

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