Bill Gates, Paul Allen, Steve Ballmer y los demás millonarios y multimillonarios de Microsoft son brillantes, muy trabajadores y emprendedores, y ricos con razón. Pero sólo el primer 5% de su riqueza se puede justificar como incentivo económico para fomentar la capacidad emprendedora y la iniciativa. El siguiente 95% crearía más felicidad y oportunidad si se dividiera equitativamente entre ciudadanos estadounidenses y otros que si ellos consumieran cualquier parte de la misma." (J. Bradford Delong: Desigualdad en marcha; El País, Economía, 25/02/07, pp. 2)
Repartir el 95% de las grandes fortunas ¡Esto si que es una revolución!
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