"(...) (Carlos Barrabés,) "A tres años vista, viene un proceso en el que ocho tecnologías se
juntan".
Entre ellas, Barrabés ha aludido a
- la nube o cloud, que es la
que permite la globalización;
- el IoT o Internet de las Cosas, que es la
tecnología de la fiscalización, "porque todo lo que existe va a estar en
Internet";
- el 5G, que es la tecnología de la ubicuidad y que crea capas
de inteligencia, lo que va a suponer un "cambio descomunal";
- el Big
Data, que permite la personalización; la realidad virtual, que favorece
la experiencia del cliente;
- el Blockchain, que es la tecnología de la
identidad;
- la inteligencia artificial, que es la de la automatización, y
- la seguridad, que es la tecnología de la seguridad y "que es las más
importante porque estamos en un proceso de digitalización de las
empresas, los pisos... y son datos que se comercializan en todo el
planeta" y que habitualmente no los venden las personas.
- Según Barrabés, todos los sectores van a digitalizarse y todo este
proceso va a suponer un nuevo orden.
De hecho, ha explicado que en todas
las crisis del siglo pasado eran cortas y se salía pronto en cuanto las
empresas recuperaban el nivel de empleo.
Sin embargo, esta situación ha
cambiado en esta última crisis porque "las empresas que entraron en la
crisis no son las mismas que han salido. Para el mundo nuevo, hay que
crear nuevas empresas. Si no se crean startups, no habrá futuro".
Los cambios en el mundo también llevan a otro tipo de empresas como
pequeñas fábricas y a modificaciones en el empleo porque "el nuevo
empleo incluye un conjunto de tareas, se van haciendo cosas y se va
generando trabajo" para lo que se contará con freelancers, figura bajo
la que trabajarán muchas personas.
Además, el mundo que viene va a ser "smart y eso es software. La
organización debe serlo para interactuar con el mundo. El mundo
descentralizado de pequeñas fábricas responde al mundo de las TIC". Una
estructura que permitirá satisfacer la demanda y necesidades de las
personas de una manera inmediata y en el que las "impresoras 3D van a ser las micro fábricas" para poder generar esos productos que se demandan.
Para hacer toda la transformación, Barrabés ha incidido en que se
deben crear ecosistemas para innovar, algo que no existe en muchas
partes del mundo en las que es preciso "un permiso para innovar". No
obstante, ha vaticinado que se va a avanzar en construir ecosistemas en
los que innovar no esté prohibido y que son necesarios para hacer
desarrollos como el coche de Google y que pueda estar funcionando.
Otro de los cambios va a afectar a la productividad.
En el siglo
pasado se ponía el foco en la mano de obra, pero ya no va a ser así
porque, por ejemplo, una casa la podrán construir robots. "Muchas veces
no se sabe medir la productividad porque se miden costes, pero la
empresa tiene que hacer feliz y que la gente viva mejor. Este es el
verdadero driver de la productividad".
Y, por supuesto, en todo este nuevo mundo tienen un papel destacado
los datos. "Antes el dinero y la tierra eran fundamentales, pero los
datos son el futuro", lo que supone un cambio importante porque "hay que
comprender la red de valor del dato y saber dónde se están en el
proceso. La gente nativa de Internet usa datos porque tienen claro en
qué parte del proceso están y eso es importante porque se pueden definir
entornos y un modelo de relación directo".
Además, el mundo se abre a los datos y hay que tener en cuenta que el
ciclo del dato cada vez es más corto y es un producto de real time.
"Ahora se quieren datos de este segundo porque son la garantía del
segundo que viene y eso permite trabajar en tiempo real", lo que
requiere de personas más dinámicas. Y, ¿dónde está la ventaja
competitiva? La respuesta, según Carlos Barrabés, radica en cubrir toda
la cadena de valor del dato." (Imprimalia, 20/05/16)
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