"La empresa Divergent Microfactories, radicada en San Francisco
(Estados Unidos), ha presentado e el prototipo de un automóvil súper
deportivo, ligero y de alto rendimiento, que ha diseñado para que pueda
ser construido en bajos volúmenes y en fábricas de bajo coste en
cualquier parte del mundo gracias a la impresión 3D.
El método evoca uno ya utilizado por otra empresa "startup" de EEUU,
Local Motors, y señala el potencial de nuevas técnicas de manufactura
aditiva diseñadas para bajos volúmenes de producción y diseños
flexibles, que desafían a la economía de las plantas manufactureras de
automóviles en gran escala.
Para demostrar que el sistema de creación puede dar cabida a un
superdeportivo, decidieron colocar en Blade un motor de cuatro cilindros
capaz de desarrollar 700 caballos, y que se alimenta tanto de gasolina
como de gas natural. Está construido en aluminio, y es derivado del de
un Mitsubishi EVO.
El motor de 2,4 litros ha sido desarrollado por AMS Performance, y es
capaz de colocarse a una velocidad a 100 kilómetros por hora en poco
más de 2,2 segundos. Se podría conducir durante 400 kilómetros con él en
modo gasolina, y algo más de 100 kilómetros con gas. Prestaciones que
no tienen nada que ver con los carritos de golf que otros andan
imprimiendo.
También cabe la posibilidad de estudiar nuevas formas de propulsión
en el futuro, como laintegración de baterías y jugar con la hibridación,
o pasar directamente a que sea completamente eléctrico.
Divergent dice que su vehículo, llamado Blade, está construido en un
chasis que es 90 por ciento más ligero que el de los vehículos
tradicionales (sólo 635 kilos).
En él hay al menos 70 piezas impresas en 3D, con un peso total inferior a los 45 kilos.
Kevin Czinger, fundador y director, dijo que la compañía quiere
recaudar US$10 millones para la construcción de una fábrica en los
siguientes 18 meses, así como el desarrollo de las herramientas
necesarias para el vehículo. Entonces venderá su fórmula a empresarios
capaces de obtener la misma cantidad para construir sus propias plantas
para la fabricación del automóvil.
Divergent, al igual que Local Motors, depende de la impresión 3D para
evitarse los altos costos del equipo de estampar necesario para formar
el chasis de los automóviles. Conocido también como "fabricación
aditiva", la técnica consiste en añadir capas de material - en este
caso, aluminio - para formar piezas.
El señor Czinger dijo que las compañías que tienen la licencia para
el uso de esta tecnología podrían comprar la mayoría de los otros
componentes que necesitan de proveedores locales, usando un diseño
modular para crear sus vehículos, añadió.
Local Motors reveló un prototipo a principios del año con un
"monobloque" impreso en 3D que comprendía tanto el chasis como la
cubierta exterior. Este vehículo también está diseñado para ser
ensamblado en plantas locales utilizando componentes de muchos
proveedores diferentes.
Justin Fishkin, jefe ejecutivo de estrategia, añadió que se podría
fabricar en plantas con un costo de construcción entre US$10 y $20
millones. En Knoxville, Tennessee, la planta en construcción para la
fabricación del automóvil impreso en 3D está diseñada para tener un
punto de equilibrio con volúmenes de producción de 2.400 vehículos al
año.
Microfábricas que utilizan el sistema de impresión 3D entre otras
técnicas han comenzado a llamar la atención de empresarios gracias a los
costos cada vez más bajos del equipamiento.
Mientras que la fabricación aditiva es ampliamente utilizada en la
industria aeroespacial y en algunos coches de Fórmula Uno, no ha sido
muy popular en otros sectores de la industria automotriz, donde su uso
se limita a las etapas de desarrollo de la producción.
Los fabricantes de automóviles actualmente utilizan la impresión 3D
para prototipos de componentes plásticos - como perillas o manijas
interiores, ventilas de aire y parrillas de bocinas - así como varias
piezas metálicas.
Pero el uso de la tecnología en la producción en masa está lejos de
ser realidad. En la escala que requieren las fábricas que producen
varios cientos de miles de vehículos al año, los métodos convencionales
para la producción de automóviles son más rápidos y más eficientes en
cuanto a la reducción de costos.
El Sr. Czinger fue también fundador de una compañía de automóviles
eléctricos, Coda Automotive, que se declaró en quiebra en 2013. Dice que
esa experiencia lo llevó a investigar nuevas y más flexibles formas de
fabricación.
La fabricación aditiva permite mayor variedad para el consumidor sin
elevar los costos de producción para el fabricante, permite
significativos ahorros en peso y podría darle nueva forma al mercado de
piezas de repuesto." (Imprimalia, 26/06/2015)
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