4/10/11

Las empresas tecnológicas españolas... resultarán más útiles y rentables a España si el impuesto de patrimonio del siglo pasado se sustituye por un acuerdo de inversión equivalente entre el Gobierno y esas empresas

"¿Qué significa ser socialista en el siglo XXI? es otra pregunta que exige respuesta. (...)

¿Qué significa ser obrero en el siglo XXI?  (...)

¿Qué son para el socialismo actual los creadores de Tuenti, Twitter, Facebook, Google..? (...)

Pero ha ocurrido que, en agosto, Movistar ha comprado Tuenti por 70 millones de euros. (...)

Ser socialistas en el siglo XXI es tratar de articular una nueva forma de relacionarse con aquellos sectores que tienen a su disposición un gran patrimonio tecnológico y ponerlo al servicio de España, de esos sectores y de la juventud española que crea, arriesga, fracasa y triunfa, mediante un sistema de colaboración simbiótica que permita un beneficio para el país, para las empresas y para los jóvenes creadores del siglo XXI.

Invertir 70 millones en comprar el resultado del trabajo de una cuadrilla de jóvenes es tan absurdo como tirar el dinero por el balcón. Las empresas tecnológicas españolas, y todas aquellas que han decidido apostar por la innovación, resultarán más útiles y rentables a España si el impuesto de patrimonio del siglo pasado se sustituye por un acuerdo de inversión equivalente entre el Gobierno y esas empresas, aplicable a dotar de contratos a los jóvenes españoles que se encuentren capacitados para elaborar proyectos innovadores que, sin duda, generarán conocimiento, en primera instancia, y competitividad a continuación.

Ser socialista en el siglo actual es apostar por una nueva forma de recaudar e invertir el patrimonio acumulado en la nueva sociedad. Se trata de articular un gran pacto con la sociedad del que formen parte del Estado, la empresa y los jóvenes creadores.

En eso debería consistir ser socialista ahora; en ser capaces de descubrir y abrirse a la sociedad invisible, tan presente en tantas partes y tan ignorada por los responsables políticos e institucionales. Sociedad invisible formada por seres anónimos, creadores, innovadores, arriesgados, que no pierden la ilusión ni el optimismo, porque saben que cada fracaso no es el fin, sino el principio de una acumulación de conocimientos que, tarde o temprano, se plasmarán en un gran proyecto que, con el paso del tiempo, será comprado por una gran multinacional que no creyó en ellos hasta que no triunfaron.

El socialismo del siglo XXI deberá ser capaz de asumir y compartir el riesgo de los creadores de este momento.

Para responder a los retos del siglo en el que vivimos, el socialismo necesita la complicidad de todos aquellos que deseen interactuar con ese pensamiento y la complicidad de los nuevos exploradores que saben que el futuro está a nuestro alcance.

El socialismo del siglo XXI, si gobierna tras las próximas elecciones, debería comprometerse a hacerse cargo de los gastos sociales y del seguro de desempleo de todos aquellos exploradores que sean contratados por empresas o inversores que decidan adentrarse en esos terrenos de innovación y de invención de nuevas iniciativas.

Se trataría de pensar de una forma distinta lo que hasta ahora ha sido la Responsabilidad Social Corporativa de las empresas."                          (JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA: Socialdemocracia y nueva sociedad. El País, 01/10/2011)
 

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