La intervención ha permitido a los cirujanos extirpar totalmente el
tumor, incrementando de esta manera las probabilidades de curación, y
reduciendo el riesgo de metástasis. La paciente es una niña de 11 años a
quien se diagnosticó un sarcoma de Ewing, uno de los tumores óseos más
frecuente en la población adolescente, localizado en la pelvis.
Tradicionalmente, en estos casos los médicos descartan la extirpación
del tumor porque en la zona de la pelvis existen muchos nervios,
arterias principales y vísceras; y porque su extirpación comporta una
severa alteración de la marcha.
En este contexto, hasta ahora optaban por administrar a los pacientes
radioterapia. En el presente caso, sin embargo, los cirujanos se
decidieron a extirpar el tumor y reconstruir la pelvis con otro hueso
del propio paciente después de planificar minuciosamente la intervención
gracias a un modelo de la zona afectada en 3D que les permitió
delimitar bien la extensión del tumor y plantear la estrategia de
reconstrucción.
La intervención, que duró seis horas, tuvo diversas fases. En una
primera, los cirujanos extrajeron a la paciente un segmento del peroné
de la pierna contraria a la zona de la pelvis afectada por el tumor para
trasplantarlo posteriormente.
A continuación, extirparon el fragmento de la pelvis afectada por el
tumor, fijaron y garantizaron la estabilidad del hueso con una barra de
titanio y colocaron el segmento del peroné doblado por la mitad
–haciendo palanca-, y conectaron mediante microcirugía a los vasos
sanguíneos de la pelvis para que crezca –un hecho especialmente
importante teniendo en cuenta que el paciente es un niño y está en
proceso de desarrollo- y se adapte a la cargas que soporta la pelvis. De
esta manera se ofrece una solución de por vida a la paciente." (Imprimalia, 22/10/15)
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