5/8/15

Un grupo de ingenieros gallegos logra un material para regenerar huesos con impresoras 3D

 
 Los ingenieros gallegos que crearon el innovador implante.

"Un grupo de investigadores gallegos ha desarrollado un implante de huesos que podría ser reabsorbido por el propio tejido óseo, sustituyendo así a las viejas placas de metal. Por el momento, su creación solo tiene utilidad para los huesos craneales, pero los científicos avanzan que en el futuro se podría extender a todo el esqueleto humano. Los científicos pretenden que el implante actúe como una especie de cicatriz, siempre y cuando, advierten, no se produzca rechazo

La era del metal nos dejó hace mucho tiempo y es posible que lo haga por segunda vez. Los implantes que actualmente se emplean cuando se rompe un hueso son de metal y, aunque llegan a adaptarse bien al hueso, nunca son del todo naturales. Pero esto puede llegar a su fin gracias al Grupo de Aplicaciones Industriales de los láseres de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Vigo. 

Juan Pou, Jesús del Val, Félix Quintero, Mohameh Boutinguiza y Fernando Lusquiños llevan más de ocho años trabajando en un proyecto único hasta el momento: reconstruir huesos con biomateriales que serán absorbidos por el propio hueso y por medio de una impresora 3D, implantarlos en el cuerpo humano.

Se dice pronto, pero la investigación ha sido larga, y sobre todo, costosa. Los ingenieros tienen claro que todavía se encuentra en fase experimental, pero confían que si se sigue avanzando puede suponer un gran cambio dentro de la medicina. Este proyecto lo iniciaron hace más de ocho años. Su primera intención era la de crear algo mejor que las placas de metal, pero partiendo de ellas. 

"La idea era darle al metal un recubrimiento de fosfato cálcico para que la integración en el hueso fuera mejor. Como la parte metálica es permanente y nosotros queríamos algo que fuese reabsorbido por el hueso, probamos con muchos materiales hasta que vimos que con el vidrio bioactivo lográbamos lo que pretendíamos", explica Juan Pou.

Ambos materiales se complementan a la perfección, ya que uno reacciona muy rápido cuando se implanta, pero sus propiedades mecánicas no son muy buenas, mientras que el otro es todo lo contrario. "Los primeros días puedes observar como se activa la sinergia del hueso y el formato cálcico genera la geometría", explica el investigador.

 De esta forma, los implantes permitirán el crecimiento del hueso y que sea absorbido por él durante el proceso de regeneración, actuando como un sustituto, pero mucho más natural. "Cada hueso tiene sus complejidades y sus características, pero siempre es mejor que el implante sea absorbido por el hueso a medida que este crece que no tener uno permanente de metal", añaden los investigadores.

Por el momento solo se ha probado en animales, pero su aplicación al ser humano si sigue con esta tendencia positiva podría llegar en un futuro. Otra de las novedades es la forma en la que se obtiene el implante. La aleación del fosfato cálcico y del vidrio se coloca en una impresora 3D, se añade el diseño del tejido óseo, que es personal para cada paciente, y con una operación quirúrgica habitual se implanta en el cuerpo."    (La Opinión, 01/08/2015)

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